miércoles, 16 de julio de 2014


HACIA UNA EDUCACIÓN POSIBLE

VALORES, VIRTUDES Y ACTITUDES EN LA ESCUELA
La educación en valores debe primar en toda Institución, ya que de eso depende el futuro de nuestra sociedad.
     El maestro como referente significativo en la formación de valores
Se puede ver que al igual que en Venezuela, existe el problema  de la costumbre del ciudadano a ver los antivalores como un estilo de vida aceptable. Por contraposición, la práctica de virtudes es menospreciada o por lo menos quien intenta manifestar conductas acordes a ciertos valores universales es mal visto.
Esto explica de alguna manera que gran cantidad de la población viva en un estado de insensibilidad, poca estima, corrupción, egoísmo, violencia, etc. sin que la persona se dé cuenta de que está contribuyendo a la agudización de la crisis. Esta situación nos permite aseverar que la crisis tiene que ver con una escasa formación ciudadana  que se incluyen todas las instituciones que forman parte de la sociedad, comenzando por la familia y la escuela.
Enfocándonos en el maestro, partimos del convencimiento de que el maestro (a) es, junto con los padres, el modelo principal en el que el niño o el joven se fija para formarse en cuanto a los valores que van a dar sentido a su vida. Pero, ¿cuáles son los valores que un docente está llamado a suscitar? el educador tiene que ayudar al alumno a encontrar sus propios valores y actuar con sentido y dar sentido a su vida. Estos valores están referidos a tres áreas bien delimitadas: el propio niño, su relación con los demás y su relación con la naturaleza y el mundo de las cosas. Pues bien, el docente puede ayudar enormemente a que sus alumnos desarrollen esas actitudes ofreciendo una educación integral: cognoscitiva, afectiva, ético-moral y estética.
Ante este panorama la escuela tiene una gran responsabilidad en la formación del país. La manera más eficaz que las sociedades en todo el mundo han encontrado hasta ahora para formar mejor a su gente es a través de la familia, la escuela y el trabajo.
Entonces los maestros(as) se encuentran ante un desafío, ante un gran reto,  que se plantea ante la necesidad de dar ejemplos con valores para poder fiscalizar las acciones que realizan los alumnos como ejes centrales de la sociedad.
Podríamos decir que educar en cualquier ámbito, ya sea familiar, escolar o social sería ayudar a dar respuestas personales adecuadas, a cualquier requerimiento de la vida, ya que el objeto pedagógico afecta toda la existencia personal.

Por lo tanto la escuela necesita ser repensada para que pueda resolver los nuevos problemas que podrían darse en el futuro.






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