HACIA UNA EDUCACIÓN POSIBLE
VALORES,
VIRTUDES Y ACTITUDES EN LA ESCUELA
La
educación en valores debe primar en toda Institución, ya que de eso depende el
futuro de nuestra sociedad.
El
maestro como referente significativo en la formación de valores
Se
puede ver que al igual que en Venezuela, existe el problema de la costumbre del ciudadano a ver los
antivalores como un estilo de vida aceptable. Por contraposición, la práctica
de virtudes es menospreciada o por lo menos quien intenta manifestar conductas
acordes a ciertos valores universales es mal visto.
Esto
explica de alguna manera que gran cantidad de la población viva en un estado de
insensibilidad, poca estima, corrupción, egoísmo, violencia, etc. sin que la
persona se dé cuenta de que está contribuyendo a la agudización de la crisis. Esta
situación nos permite aseverar que la crisis tiene que ver con una escasa
formación ciudadana que se incluyen
todas las instituciones que forman parte de la sociedad, comenzando por la
familia y la escuela.
Enfocándonos
en el maestro, partimos del convencimiento de que el maestro (a) es, junto con
los padres, el modelo principal en el que el niño o el joven se fija para
formarse en cuanto a los valores que van a dar sentido a su vida. Pero, ¿cuáles
son los valores que un docente está llamado a suscitar? el educador tiene que
ayudar al alumno a encontrar sus propios valores y actuar con sentido y dar
sentido a su vida. Estos valores están referidos a tres áreas bien delimitadas:
el propio niño, su relación con los demás y su relación con la naturaleza y el
mundo de las cosas. Pues bien, el docente puede ayudar enormemente a que sus
alumnos desarrollen esas actitudes ofreciendo una educación integral: cognoscitiva,
afectiva, ético-moral y estética.
Ante
este panorama la escuela tiene una gran responsabilidad en la formación del
país. La manera más eficaz que las sociedades en todo el mundo han encontrado
hasta ahora para formar mejor a su gente es a través de la familia, la escuela
y el trabajo.
Entonces
los maestros(as) se encuentran ante un desafío, ante un gran reto, que se plantea ante la necesidad de dar ejemplos
con valores para poder fiscalizar las acciones que realizan los alumnos como
ejes centrales de la sociedad.
Podríamos
decir que educar en cualquier ámbito, ya sea familiar, escolar o social sería
ayudar a dar respuestas personales adecuadas, a cualquier requerimiento de la
vida, ya que el objeto pedagógico afecta toda la existencia personal.
Por
lo tanto la escuela necesita ser repensada para que pueda resolver los nuevos
problemas que podrían darse en el futuro.
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